Reynaldo confrontó a su madre y ambos tuvieron una fuerte discusión, en la que el padre le dijo que ya no quería seguir adelante con su plan de venganza, puesto que tanto odio le hacía daño y ahora quería preocuparse de los vivos, haciendo referencia a María Elsa. En ese momento llegó Armando, a quien el rostro de Lidia se le hizo muy familiar y casi logró reconocerla. Luego de descubrir a Gerardo en una íntima conversación con Antonieta, Isabel discutió con su marido hasta que a él se le colmó la paciencia y le confesó que no sabía en qué estaba pensando cuando se casó con ella. En su desesperación, la mayor de las Quiroga apeló a la seducción para arreglar las cosas con su esposo, pero mientras tenía relaciones sexuales con él, recordó unas traumáticas imágenes del pasado. Ernesto fue a visitar a Estela a la hostería, ocasión en la que ella le señaló que pronto volvería a su casa a hacerse cargo de sus hijos. Su decisión no fue del agrado de Möller, quien le argumentó que no podía volver a vivir con Armando y luego le confesó que él nunca había amado a nadie como a ella.