Hace pocas semanas que nació Julita, y Marta está próxima a dar a luz a Elena. Es la primavera de 1928 y la relación entre ambos matrimonios fluye aparentemente armoniosa. Rafael predice lo amigas que serán las dos niñas. Casi como hermanas, dice Virtudes. Furtivas, las miradas de Rafael y Marta se cruzan. De vuelta a 1946, Julita no se encuentra muy bien. Lleva un par de días vomitando y su madre, que no sospecha lo que le sucede, no le da importancia. Los Montejano se trasladan al piso de doña Fermina. Elena está preocupada por Hanno: ha desaparecido y teme que haya podido ocurrirle algo. La muchacha está enamorada, pero Antonio -cuyo carácter está empeorando- parece decicido a casarla con Mauricio. Aunque al principio ambos parecen no congeniar, Marta comienza a tomar clases de piano con Flavio Tassoni. Finalmente, Julita descubre que está embarazada, y Antonio y Rafael unen sus esfuerzos para salvar a Elena de una comprometida situación en la que la imprudencia de Basilio la ha metido