Antonio Montejano (Daniel Grao) despierta del coma en el cuarto capítulo de La sonata del silencio. Pero junto a él no están ni su mujer, Marta (Marta Etura) ni su hija Elena (Claudia Traisac), sino Virtuditas (Agnès Llobet). Precisamente a través de los recuerdos de esta viajaremos al pasado... cuando a los Montejano y los Figueroa les iban bien las cosas y eran felices. O eso parecía. A través de la mirada y la memoria de Virtuditas, conoceremos un hecho que marcará las vidas de sus protagonistas y será la raíz de muchas de sus desgracias. Unos recuerdos que harán crecer la tensión entre Marta y Antonio.