En el juicio por la custadio de Lucas, Coca declaró en contra de su padre y relató cada uno de los momentos traumáticos que vivió con él cuando era chica. Además, reveló que en una oportunidad él dejó a su madre con un ojo morado. Después de la declaración de Coca, la jueza paró la audiencia para poder hablar en privado con Lucas. En el lugar, le hizo varias preguntas sobre su relación con su padre y con su abuelo. El menor respondió todas sus preguntas y le dejó claro que quiere vivir con su padre. La jueza del caso de Lucas estaba a punto de dictar su sentencia, cuando un testigo que consiguió Alberto, llegó a declarar. Esto cambió totalmente el veredicto, y ella comunicó que el menor deberá vivir con sus abuelos y no con Julián.