La Logia, compuesta por los magnates y dueños de los viñedos del pueblo de Vinisterra: Regina Piave y Octavio Capogreco; el comisario Vicente Roca y el juez Eugenio Pratt tienen una reunión en la cava. El gran maestre habla, ante sus miembros, sobre el fin del mundo, sacrificios, un forastero y la sangre sagrada de una doncella. Vemos salir de la cárcel a una bella y fuerte mujer: es Mercedes Leiva. Por la ruta se acerca Antonio, yendo hacia Vinisterra para casarse con Angi. Mercdes hace dedo y él la levanta. En los viñedos, Octavio pasea junto a Rafael, el hermano de Angi y el hijo que él siempre hubiese querido tener. Cátulo, el loco del pueblo, anuncia tormentas mientras Cosme, el hijo real de Octavio, los mira celoso. Martín, el médico del pueblo, sale raudo de su consultorio a buscar a Mercedes a la salida de la cárcel, pero se lleva una sorpresa: ella ya se ha ido de allí. Cosme entrevista peones golondrinas para la nueva cosecha con la ayuda de Gretel, la asistente de Octavio. Miguel, el mejor amigo de Lucas Leiva, consigue el puesto. Pero cuando es el turno de su amigo… Cosme lo despacha por portación de apellido: su hermana ha ido presa por asesinar a su marido y nunca ha pedido perdón. Los Leiva no son bienvenidos en el viñedo. Antonio lleva a Mercedes hasta su casa y la defiende de unos piedrazos. Lucas espía a Emilia Piave, el amor de su infancia, bañándose desnuda en el lago. Ambos se emocionan al reenocntrase luego de muchos años. Regina y Octavio firman la fusión de sus dos bodegas, aunque a Regina se la nota tensa. Rafael conversa con Regina: ella siempre ha sido como una figura materna para él pero hay una energía perversa y confusa en su relación: parecieran ser una pareja. Rafael se cruza con Emilia y ambos se sorprenden de verse como adultos. La atracción que siempre sintieron se mantiene intacta. Martín (evidentemente enamorado) le advierte a Mercedes que debe irse del pueblo. Mercedes se niega: ella no quiere esca