Una empresa de experimentación con animales ha conseguido los permisos para instalarse en pleno desierto de Tabernas. Todo parece legal y controlado hasta que un extraño animal muerde desde una caja a un trabajador de La Chanca, el popular barrio almeriense. La vida de ese antiguo pescador no es la única que está en peligro porque el virus parece ser muy contagioso. La única solución es volver al local de la empresa, que está clausurado y abandonado con todos los animales dentro, encontrar al que mordió al pescador y rezar para que no haya extendido su extraña enfermedad.