Poco nos habría quedado de Marco Polo y de sus viajes si no se hubiese visto inmerso en la guerra que estalló entre Venecia y Génova. En 1298, a los 44 años, Marco Polo fue apresado y encerrado en una mazmorra con Rustichello, un escritor de relatos de acción, que no daba crédito a las aventuras que Marco Polo le relataba, pues superaban con creces sus propias fantasías novelescas. Le contaba Marco que había llegado hasta el Lejano Oriente, donde había permanecido durante veinte años asistiendo personalmente al poderoso monarca Qubilay Khan.