Leonardo Da Vinci cambió el mundo del arte totalmente y para siempre. Su fascinación por la ciencia y, en concreto, por el cuerpo humano, le permitió pintar obras de gran realismo que parecían tener vida propia. Pero Leonardo, paradigma del hombre renacentista, no se limitó a la pintura ni a la escultura, sino que cultivó todos los campos del saber. Fue ingeniero, arquitecto y, sobre todo, inventor, llegando a crear bocetos de artilugios tales como el submarino o incluso el helicóptero.