Ana no resiste la presión. Las dudas acerca de la paternidad de su hijo siguen asaltándola. No puede asegurar a su marido que el hijo sea suyo. David y Fernando toman una decisión contundente. Don Nicolás se pregunta por qué razón el hijo de Ana lleva también el nombre de Nicolás. Encuentra, además, algunos parecidos físicos con Ana. Empieza a obsesionarse.