El pique entre el jefe de los Camacho y su vecino, Pelayo, continúa como siempre. Ahora a Pelayo le acaban de aumentar el sueldo en el banco y comienza a echar en cara a Fran que si Lola no le cocina y que si su hija Belén siempre anda liada con chicos. Fran, contrariado, organiza una reunión familiar: a partir de ese día Lola cocinará y Belén no saldrá con más chicos del instituto. Pero coincidiendo con esta decisión a Fran le empieza a doler una muela. Él nunca ha ido al dentista, le tiene pánico, pero como la muela no deja de molestarle accede a ir al dentista de Pati. Ojalá nunca lo hubiera hecho.