Aparecen unas manchas con forma de cara en una de las paredes de la zapatería en la que trabaja Fran Camacho. La imagen es el de una cara distorsionada de alguien que sufre. El mismo fenómeno se repite también en su casa. Lola es la primera en darse cuenta, pero Fran está convencido de que sólo son manchas de humedad. Cuando Lola le enseña a Pati las caras, ésta alucina con las apariciones. Cree que están ante un prodigio único y comienza a darle publicidad al asunto