La casa de los Camacho está infectada de cucarachas. Además, han conseguido difundir la plaga por toda la urbanización. No les queda más remedio que contratar a una empresa para que se encargue de fumigar. El exterminador les informa de que será necesario que abandonen la casa durante unos días por la toxicidad de los productos. Mientras limpian la suya, Pelayo y Pati, se han organizado un fin de semana romántico en París. Lola quiere marcharse a un hotel, pero Fran encuentra una solución más económica y, de acuerdo a su cutre-estilo, se lleva a toda la familia a acampar en el suelo de la zapatería.