El Ministro de Defensa le pide ayuda a Monterrey. Su hijo de 18 años fue reclutado por una secta de meditación zen, que en realidad utiliza gente allegada a funcionarios clave para obtener información útil en el tráfico de armas. Los Únicos deben infiltrarse en la secta. Por su lado, Diego permanece bajo el efecto de la droga que anula su voluntad, por lo que Axel aprovecha para instalarse en el penthouse. Rosario también decide aprovecharse del estado de Diego y lo visita dispuesta a tener la noche fogosa que desea con él, pero María aparece en el momento menos conveniente.