En este primer día, ya enfrentan el hambre y la falta de alojamiento: intercambian chupa chups, pendientes artesanales y hasta pañuelos por unos euros, mientras introducen una caótica ruleta de ventajas que les da desde noches de hotel gratis hasta la pérdida de todo su dinero. Tras regateos cómicos y una cena precaria (pan, jamón y queso obtenidos por trueque), deciden dormir en el aeropuerto para evitar pasar la noche en la calle. El episodio mezcla el humor absurdo del trío con momentos de ingenio desesperado, mostrando las dificultades de vivir sin un céntimo mientras mantienen su complicidad. ¿Lograrán adaptarse a esta vida "rata" o el desafío los superará?
Tras una incómoda noche en el aeropuerto (con Nil despertando a trozos, Misho roncando como un tractor y Guanyar sufriendo por el frío), el trío inicia el segundo día del reto sin dinero, sin duchas y con el cuerpo dolorido. La misión: conseguir transporte gratuito hasta Madrid centro (incluido un intento fallido de que la policía los "arreste" para llegar) y ratear una ducha de 3€ en Atocha. Tras un desayuno miserable (el bocadillo sobrante de ayer), logran que un seguidor los lleve en coche y, para almorzar, son invitados a un lujoso restaurante (¡trufa, jamón y cócteles incluidos!), aunque el festín les provoca un bajón digestivo épico. Por la tarde, intentan colarse en el evento de Rubius (sin éxito) y acaban cenando bitter kas y pollo gracias a otro youtuber, superando la cuenta récord de 35€. El capítulo cierra con los tres durmiendo en una casa en obras (¡la única disponible!), demostrando que, aunque el reto es durísimo, su ingenio y contactos les salvan... por ahora.
En su tercer día del reto 21 días sin gastar dinero, Nil, Misho y Guanyar despiertan en una lujosa casa youtuber (con Nil durmiendo en una caja de Buer) y se las ingenian para sobrevivir: desayunan cereales "prestados", venden pendientes artesanales y un Transformers de colección a un fan del cine, y luego se dirigen a Brunete, donde aprovechan las fiestas del pueblo para vender fotos firmadas a 10€ cada una con una cámara "tomada prestada" de Plex. Tras una cena improvisada (tortilla y sobrasada) y bajo la amenaza de lluvia, consiguen que un seguidor les deje dormir en su garaje, transformándolo en un improvisado alojamiento con sacos de dormir, demostrando una vez más su habilidad para sobrevivir con creatividad y humor en este reto extremo.
En su cuarto día de 21 días sin gastar dinero, Nil, Misho y Guanyar despiertan en un garaje infestado de cucarachas y se las ingenian para desayunar "rateando" pan y café en un bar local. Tras una caótica ducha en un gimnasio (aprovechando una prueba gratuita), intentan viajar a Cuenca pero terminan en Valencia gracias a un seguidor que les paga el tren, aunque sin alojamiento garantizado. La noche se complica cuando asisten al concierto de Fernando Costa, pierden temporalmente sus mochilas y negocian con suscriptores para dormir en una casa ajena, cerrando el día con solo 60€ en caja tras vender fotos firmadas y pañuelos, demostrando una vez más su habilidad para sobrevivir con humor y astucia en este reto extremo.
En su quinto día de 21 días sin gastar dinero, Nil, Misho y Guanyar despiertan en Valencia tras una caótica noche y se enfrentan a nuevos desafíos: desde lavar su ropa a mano (que termina más mojada que antes) hasta improvisar un desayuno con lo que encuentran. El grupo visita el gimnasio de Joan, donde intentan ganar dinero vendiendo objetos personales firmados (como un cinturón de entrenamiento) y montan una mesa a cambio de comida. La jornada incluye un intenso partido de spikeball por deudas pendientes, cambios drásticos de look (como camisetas cortadas al estilo "moda rata") y la búsqueda constante de alojamiento, terminando con una cena de kebab económico donde Nil rompe su propia promesa de dieta. El episodio cierra con el trío discutiendo sobre dónde dormir (entre el gimnasio o la calle), manteniendo su humor absurdo mientras luchan por sobrevivir otro día en este reto extremo, demostrando que incluso en la adversidad, su creatividad y complicidad son su mayor arma.
Tras dormir entre máquinas de gimnasio (y sufrir una bomba de agua que los despierta cada media hora), se las ingenian para desayunar tarde, crear una extravagante "Pizza 21" trabajando en una pizzería, y dividir sus 32€ en compras absurdas (¡globos con forma de corazón y cromos de Messi "firmados por Nil" incluidos!). La noche culmina con su alojamiento más surrealista: una tienda de cachimbas donde, rodeados de pipas de agua y entre risas, celebran haber convertido el "sueño de Misho" en realidad, demostrando que ni el hambre, las malas noches ni los negocios ridículos pueden con su humor y complicidad.
Tras dormir entre cachimbas como "reyes rata", el trío enfrenta su día más caótico: Nil vende tazas firmadas y globos inflables bajo lluvia torrencial, Misho intenta (y falla) comer sano devorando croquetas regaladas, y Guanyar negocia absurdos con un cinturón "firmado por Joan Brothers". La jornada se complica cuando ayudan a un menor argelino fugado de un centro de menores en la estación de tren, mezclando francés improvisado y llamadas a la policía. Tras perder un tren a Alicante por su "economía de globos", terminan durmiendo en una pizzería local, donde celebran con hamburguesas su sexto día de reto, demostrando que ni la lluvia, los problemas legales o el dolor de muelas de Nil pueden con su espíritu de supervivencia absurda.