España está pendiente del desembarco aliado en Normandía y de las derrotas del ejército nazi ante soviéticos, ingleses y estadounidenses. Franco insiste en su neutralidad y lo demuestra cortando el suministro de wolframio a Alemania. La escasez de gasolina empieza a ser alarmante: los pocos coches que hay funcionan con gasógeno (un sistema para producir energía a partir de carbón o leña) y ni siquiera pueden desfilar los vehículos militares. El NO-DO desdramatiza la situación mostrando las ventajas del transporte postal por ferrocarril.