Agustín Mainardi y Renzo González lograron entrar a la casa de Ernesto cuando nadie se daba cuenta y pudieron abrir la caja fuerte para robar todo el dinero. Sin embargo, para Carlos y Lorenzo todo salió mal cuando trataron de deterner a sus respectivos padres. Además, Rebeca no paraba de llorar al conocer la casa de Angelito y a su familia, una actitud que dejó con muchas dudas a las hermanas Jaramillo.