En el 92 España es el centro del mundo. Madrid, Sevilla y Barcelona acogen todas las miradas y el rey siempre está ahí para poner su sonrisa, saltarse el protocolo y labrarse esa fama que dará lugar a su famoso mote: El campechano. Pero los éxitos se convierten pronto en una lista inabarcable de casos de corrupción que salpican a veces al monarca. Una conspiración se teje en Madrid para acabar con el hombre que más protege al rey.