La joven protagonista, desolada por los últimos acontecimientos, descubre que Rafa ha renunciado a su amor para continuar con sus negocios en el narcotráfico. Tras conocer estos sentimientos, hecha un lío, Catalina se replantea su relación barajando la posibilidad de volver a casa con su familia. Por otra parte Fina está de enhorabuena, por fin consigue que las cosas le salgan bien: la relación que la une a Tomás sigue viento en popa, ha dejado el trabajo de teleoperadora para dedicarse por completo al diseño de moda y se ha reencontrado con su hija. A esta felicidad habrá que añadir el anuncio por parte de Jesús de su relación con Paula, pero no todas las amigas de Cata seguirán la misma suerte, Vane y Jessi seguirán con sus turbios negocios y Cris continua abriéndose un prometedor camino en el mundo de la pornografía. En la comisaría todos los esfuerzos son pocos para intentar capturar al Duque, y por eso una nueva cara se incorpora a la lucha contra el narcotraficante, la inspectora Cuesta se une al grupo de Torres. ¿Será un nuevo topo o podrán confiar plenamente en ella?