Mandy vive aburrida en El Pasito hasta que su rebelde abuelo Brad aparece repentinamente para sorprender a su hija Rubí con una estruendosa llegada.
Mandy, Rubí y Brad acampan en el jardín de la alcaldía. Cuando Mandy y Brad tratan de escabullirse, una alimaña muerde a Rubí complicando la noche.
Mandy está emocionada por ir a la Expo extrema pero Rubí le pide que cante en el coro de niñas. Brad ideará un plan para asistir a ambos eventos.
Brad se queda atrapado en el desorden de su galpón. Mandy y Rubí deberán rescatarlo atravesando el bizarro y tétrico laberinto que se ha formado.
Mandy despierta desorientada y sin memoria de la celebración de su cumpleaños, pero de a poco va atando los cabos sueltos hasta recordar lo sucedido.
Brad le regala una patineta a Mandy por su cumpleaños, lo que desencadena una discusión entre él y Rubí sobre el futuro de Mandy.