Valeria está dispuesta a hacer cualquier cosa por recuperar a su hija, ahora que sabe que está viva. Va al bar de Hugo a pedirle su ayuda, pero éste se niega ya que está siendo presionado por Samuel para que no diga una sola palabra. Cuando Hugo se niega a brindarle ayuda a Valeria, ésta le dice que no va a tener piedad de él, pero Hugo la amenaza con que si él cae, su padre también lo hará. Julio va a la iglesia a ver al Padre Jesús y le confiesa la verdad. él regaló a la niña de Valeria para saldar una deuda de juego. El Padre Jesús no puede creer semejante barbaridad que ha hecho y le dice que no tiene perdón, lo único que puede hacer ahora es ayudar a su hija, Valeria, a recuperar a su hijita.