En el verano de 2017 un escrupuloso magistrado de la Audiencia Nacional, llamado Ángel Hurtado, presidía el tribunal que juzgó el caso Gürtel, uno de los mayores escándalos de corrupción política de los últimos años. Hurtado fue especialmente minucioso con las garantías judiciales de un Mariano Rajoy que fue llamado a declarar como testigo y después emitió varios votos particulares contra la sentencia condenatoria porque, según escribió, vincular al PP con la trama Gürtel era dar “un salto al vacío”. Es el mismo magistrado que, una vez ascendido al Tribunal Supremo, acaba de mandar a juicio al fiscal general del Estado porque sospecha, sin acreditar ninguna prueba, que pudo pasarle el correo de confesión de un defraudador confeso, la pareja de Ayuso, a varios periodistas. ¿Cómo puede ser el mismo juez? Con Ignacio Escolar, director de elDiario.es, repasamos las contradicciones, las lagunas y las motivaciones de este controvertido magistrado.