Julio Muñoz, Rancio, nos hace reír, nos lleva al teatro, hace documentales, podcasts, radio y programas de televisión. Ha vendido más libros que el Papa. Se fue a Madrid y supo escapar. Tiene sentido del humor y tiene sentido de la realidad: “Yo recomiendo amar tu tierra, amar tus singularidades. Creo que es lo que nos queda para ser distintos, porque sino al final todas las ciudades se van a ir convirtiendo en lo mismo. Defendamos un poco el folclore, nuestras cosas, porque es lo que nos va a singularizar un poco. Si no, vamos a ser todos iguales que un tío de Dakota. Pero a la vez creo que es casi obligatorio estar un tiempo fuera de tu ciudad para intercambiar con otra gente, para entender tu realidad con los ojos del que mira desde fuera. Yo no podría haber hecho Rancio Sevillano si no hubiera estado diez años en Madrid”, asegura.