Después de la exhibición del equipo y en especial de Nico ante Italia, las dudas cada vez son más pequeñas. En el vestuario, un grito estremece al grupo: “Vamos a ser campeones de Europa”. Es Morata, que arma de moral a un equipo enrabietado que ya está en octavos. España concluye la primera fase como la única selección capaz de ganar sus tres partidos, pero ahora llega la revelación del torneo.