Carlos siente que su gran talento no es reconocido por su jefe. Patricia, una mujer con la que intima, le hace una propuesta: hacer un pacto para librarse mutuamente de quienes odian. Años más tarde, ella le exige que cumpla con su parte del trato.
Carlos investiga a Patricia y a María, con quien tiene una conexión instantánea. Cree haber averiguado la identidad de Patricia, pero no se da cuenta de que es ella la que está detrás de su descubrimiento.
Carlos se debate entre obedecer a Patricia, y la culpa por arruinar a María. Bajo amenaza de Patricia, realiza una acción fraudulenta afectando a Fernando y a la Fundación, y le exige a María alejarse de la misma, renunciando a su cargo.
Presionado por Patricia, Carlos planea un encuentro íntimo entre Fernando y una ex novia de éste, enviando la evidencia a la mejor amiga de María quien, inocentemente, oculta el hecho. Tras descubrirlo, María, devastada, trata de apoyarse en Carlos.
Asqueado de todo lo que están haciendo, Carlos intenta poner fin al trato. Ha intentado seducir a María y no ha dado resultado. Ya le han arruinado la vida y con eso basta. Pero, aun así, el trato no concluyó para Patricia.
Patricia se da cuenta de que Carlos ha descubierto su identidad. María le pide a Carlos que la deje en paz. Al no comprender su actitud, él sale a buscarla. Pero queda devastado al enterarse que a María le ha pasado algo terrible.
Carlos queda envuelto como principal sospechoso de lo sucedido con María. Cree que es un plan de Patricia para incriminarlo y, desesperado, decide salir a buscar evidencias que puedan probar su inocencia. Finalmente, descubre que María está a salvo.
Maria intenta un pacto con Carlos para deshacerse de Patricia. Él confía en ella y acepta. Pero esa misma noche, descubre que María no es quien dice ser, y arrepentido, se dirige hacia la casa de Patricia para advertirle. Pero ya es demasiado tarde.