Kinder, Schule, Schlafzimmer - das russische Regime macht auch vor dem Intimleben seiner Bürger*innen keinen Halt. Denn der Staat braucht möglichst viele und möglichst patriotische Kinder und künftige Soldat*innen. Auch falsche Träume stehen unter Strafe. Doch während der Staat überall reinregiert, suchen sich manche trotzdem eigene Wege ...
Desde los dormitorios de las casas hasta las aulas de las escuelas, el gobierno ruso se inmiscuye en la vida privada de los ciudadanos. Al fin y al cabo, el Estado necesita el mayor número posible de niños patriotas y futuros soldados. No obstante, a medida que Vladímir Putin estrecha el cerco sobre la población, la sociedad civil busca vías de escape.