While Horia is in the hospital, Filip decides to confess his part. The police are getting closer to the drug dealers and the killer decides to finish what he started.
Las pistas que han obtenido los agentes emocionan a todo el mundo, menos a Robert. La situación de Horia tiene desesperado a Flip y decide hablar con Helena. Robert encuentra una solución para usando las nuevas pistas en una operación de alto riesgo.