Diego y Santiago asisten a una comida del equipo Santa Justa para homenajear a don Gervasio, presidente honorario del equipo, que fallece durante el almuerzo. Tras la celebración del velatorio, empieza una lucha de poder entre Santiago y Andrés por obtener la presidencia y durante el mismo entierro empezarán ya a hacer campaña para obtener votos. En principio, Santiago es quien tiene más posibilidades de ganar, pero poco a poco, Andrés va consiguiendo adeptos utilizando oscuras artimañas como el chantaje. Finalmente, Diego decide intervenir para evitar males mayores.
Ha llegado la época de exámenes y Marcos y Guille van muy atrasados en los estudios. Ante esta situación, Guille promete a sus amigos hacerse con las preguntas del examen a cambio, eso sí, de un módico precio. Diego le pilla, pero Guille le hace creer que no le ha dado tiempo a verlo y le convence además de que si ha intentando verlo es por un honorable motivo: no decepcionarle una vez más y aprobar. Conmovido, Diego decide ayudarle, aunque con evidentes dificultades puesto que hace mucho tiempo que olvidó cómo se hace un análisis sintáctico.
A Marcos también le cuesta mucho estudiar y Eva, que está feliz porque ese fin de semana se va a Barcelona a 'arreglar' sus asuntos sentimentales, se ofrece a ayudarle. Sin embargo, durante el examen Marcos no es capaz de responder ninguna pregunta. Eva, compadecida, le hace un cambiazo, pero no le da tiempo a rellenar el suyo. Marcos aprueba y Eva suspende. Él quiere aclararlo todo pero cuando va a revelar la verdad, ya es tarde: su padre ha premiado su primer aprobado en años con una moto y a Eva la castigan sin ir a ver a su novio.
Por su parte, Lucía siente nauseas y cree que puede estar embarazada. Tantea a Diego de una manera tan sutil que él interpreta que quien puede estar embarazada es Candela, lo que generará una divertida situación de enredo.
Andrés y Santiago pugnan por la presidencia del Atlético de Santa Justa, y Lucía oculta a Diego sus sospechas de que podría estar embarazada.