Alma termina aceptando acostarse con hombres por dinero. Dolida, avergonzada y hundida, se viene abajo. Ha conseguido mucho dinero fácil pero a un precio muy alto. Después de lo ocurrido, Salva ha sido apodado el pajero y todos se ríen de él. Hundido por las circunstancias y por el acoso que está recibiendo por parte de Álvaro y Jon, Salva se refugia en los baños donde se viene abajo.