La historia de dos instalaciones de la Guerra Fría: el Radar OTH de Ucrania, que medía más de 1 km de largo por 50 metros de alto; y la pirámide antimisiles de Nekoma, en Dakota del Norte, una pirámide de hormigón colosal con cuatro radares PAR directamente conectados a un sistema de interceptación de misiles nucleares. El radar “no existía” para las autoridades soviéticas y la Pirámide solo estuvo en funcionamiento 3 días de 1975 porque ponía en riesgo nuclear a cientos de miles de vidas.