Roxi y Loli disfrutan pasar mucho tiempo juntas con sus hijas, frente a la mirada celosa del resto del mundo. Al fin tiene esa cómplice que tanto necesitaba. La sola presencia de Loli cambia su manera de estar en el mundo, la pone en sintonía con su presente y la llena de libertad. Pero, al menos para Roxi, todo remedio tiene fecha de vencimiento.