Jordi Évole convive con los diez protagonistas durante un fin de semana en una casa de Valencia. Y allí habla con todos ellos sin intermediarios, familiares ni expertos. El resultado son distintas charlas directas, sin filtros, en las que cada uno de ellos reflexiona sobre temas universales como el trabajo, la actualidad política, la autonomía personal, el amor, el miedo a perder a un ser querido o al rechazo. Con una espontaneidad que solo ellos pueden tener, hacen sus propias reivindicaciones y se quejan de los trabajos precarios a los que pueden acceder, la falta de pisos tutelados, la aplicación de la Ley de Dependencia o el bullying que en algunos casos han sufrido. En cada conversación, igual que en cada situación cotidiana que Jordi comparte con ellos, como poner la mesa, cocinar, cantar, bailar, jugar al baloncesto o nadar en una piscina, van desmontando prejuicios que existen sobre su discapacidad. Y demuestran que tienen muchas capacidades que a menudo su entorno ignora.