Dani Benítez ha cambiado las ovaciones en un campo de fútbol por la rutina sencilla de la empresa de fertilizantes en la que trabaja. Lo tenía todo a favor para triunfar. De hecho acabó jugando en Primera División y llegó a ser un ídolo para la afición del Granada. Hasta que un día, después de un partido, dio positivo por cocaína y ahí se truncó su carrera. Eso fue hace 10 años y desde aquel día se sigue viendo señalado en su vida pública y se sigue preguntando por qué hay errores que no se perdonan. Algo parecido siente Julio Alberto. El mítico jugador de Atleti de Madrid, FC Barcelona y selección española, cayó en las drogas hace más de 30 años cuando ya había dejado el fútbol. A los pocos meses de dejar la rutina de los entrenamientos y partidos, una serie de malas decisiones que casi le cuestan la vida lo marcaron para siempre a ojos de aficionados y de la prensa.