Doña Carla teme que Jacobo le haya contado a Íñigo sus sospechas sobre que ella es quien mató a don Jaime, y por eso decide tantearle para ver qué sabe. Aunque Matilde e Íñigo lo que sí comprueban es que Carla se ha alterado con la llegada de Jacobo. Alguien que, según el detective Medina, tiene un pasado repleto de delitos. La Moderna vive cómo Teresa descuida sus tareas como encargada del local para disgusto de don Fermín. Mientras tanto, Cañete le pide ayuda a Miguel y Elías para dejar en ridículo a Mario, ya que ve que tanto él como Teresa andan a gusto juntos. Encima Laurita tiene que soportar los inapropiados comentarios de Galán. En la corrala, Antonia comunica a Pietro que se va a ver con don Cecilio, para tenderle una trampa, al tiempo que Marta vuelve a su casa. Finalmente parece ser que el detective Medina y doña Carla comparten algo más que vivir en la misma ciudad.