Antonia descubre que Pietro es quien tiene escondida a Marta en su casa, al tiempo que las dependientas del Salón de té continúan quejándose de la nueva, doña Lázara. Algo con lo que Elías no está del todo de acuerdo. A su vez su amigo Cañete sigue obsesionado con que Mario le pueda arrebatar a Teresa. Un sentimiento que comparte Antonia cada vez que tiene ocasión de cruzarse con don Cecilio, a causa de su Martita. Más suerte correrá Laurita con Galán en el Madrid Cabaret y el reportaje que quiere que haga sobre La Moderna. Mientras tanto, Íñigo le confesará a Matilde que sigue sin noticias de Aguirre, a pesar de que tiene localizado el último hotel con que se le relaciona. Esta ansiedad que le genera el no saber qué hacer lleva a Matilde a cometer, tal vez, un error acudiendo a ver a doña Carla...