Ricardo besucht Rosa in den Slums. Er bringt ihr das Geld, das er ihr versprochen hat. Tomasa ist darüber gar nicht glücklich. Ricardo verspricht den beiden dennoch, sie weiterhin zu unterstützen. Darüber ärgern sich Ricardos Halbschwestern Dulcina und Candida.
Con las manos en la masa robando ciruelas, Rosa pide a Dulcina, hermana de Ricardo, y a Leopoldina, la sirvienta, que no la acusen con la policía, pero Ricardo interviene y ordena que le den comida y dinero. ¡Ella quedó flechada!