Victoria llega a Santiago de Chile y esa misma noche probará su primer hombre chileno… Así comienza, junto a Isabella, Sara y Julieta, una convivencia donde la única regla será la diversión.
Mientras Sara lleva su práctica de yoga a otro nivel… Vicky conoce a Joaquín, un primo de Sara que vive en el campo y está de visita en la ciudad por negocios. La atracción es inmediata y dará pie a una visita del grupo de amigas a la estancia de Joaquín, donde el placer se consumará al aire libre, salvaje e instintivo. Con la noche, vendrá también la fiesta: una celebración que para Isabella será en trío, junto al músico y la cantante de la banda del local.
Isabella y Sara buscan los ingredientes para una apetitosa cena… Victoria y Julieta se preparan para la noche con una relajante visita al spa. Esta noche habrá fiesta.
Sara recibe una invitación a una fiesta swinger y sus amigas la animan a asistir. Al final todas terminarán la noche en el mismo lugar. Habrá intercambios y sorpresas.
El mundo de las Roommates se ve sacudido por la decisión de Julieta de explorar nuevas fronteras y realizar fantasías pendientes. Animadas por ello, todas deciden identificar sus fantasías y buscar al o los amantes adecuados, para cumplirlas.
Sara explora el sexo virtual y mantiene un encuentro erótico a través de Skype con un antiguo amante chileno, ahora radicado en París. Vicky, por su parte, se resiste a los intentos de enamoramiento de Joaquín, pero acepta la invitación de éste a pasar el fin de semana, junto a sus amigas, en la casa de la playa.
Las chicas quieren divertirse y un cumpleaños es la excusa perfecta para explorar la noche local. Julieta y Cristian se escapan del grupo y deciden hacer algo más excitante: sexo en el auto, en pleno parking y completamente desnudos.
Las cuatro Roommates acuden a una sesión fotográfica para un diseñador de ropa chileno muy importante. Durante la jornada, Victoria no puede evitar seducir al fotógrafo y esto molestará a Sara, quien le reclama su falta de profesionalismo y se siente ofendida por la falta de respeto a su primo.
Sara se reencuentra con Benjamín, su amigo y mentor sexual, quien las invita a su casino. Allí, las chicas conocerán y se disputarán a un misterioso y atractivo jugador de Black Jack.
Es hora de despedidas y las chicas lo harán como sólo ella saben hacerlo: divirtiéndose y dando rienda suelta a sus deseos, lujuria y pasión.