Durante los 52 años que ha durado la guerra con las FARC, el deporte se convirtió en una de las pocas salidas para las víctimas del conflicto. Tras la firma de los acuerdos de paz, Colombia encara su futuro con ganas de superar un pasado marcado por la violencia. El deporte puede ser uno de los pilares más sólido sobre el que edificar la nueva identidad nacional.