La Logia designa a la Marquesa para que atente definitivamente contra el Rey durante un funeral en el que pretenden asesinar a toda la Familia Real. Lucrecia ignora que le están tendiendo una trampa para que ella y su hijo también perezcan en la iglesia donde se celebran los oficios fúnebres. El Comisario se debate entre sus sentimientos y su deber hacia la Logia. Gonzalo descubre los nombres de los miembros de la Logia tras el retrato de Cristina. Águila Roja consigue que uno de esos nobles traidores al Rey confiese que el asesino de su mujer es el Comisario. Alonso, que conoce la existencia de esa lista y desconfía del valor de su padre para vengar la muerte de su madre, intentará actuar por su cuenta. Loco de ira, Águila Roja busca al Comisario para matarlo al mismo tiempo que, con la ayuda de Agustín y Sátur, intenta evitar que el Duque de Valois se haga con el poder.