“Mi primer parto fue un parto robado” así empieza a contar Nahia Alkorta su historia como víctima de violencia obstétrica. El personal sanitario le realizó una cesárea sin su consentimiento y no pudo ver a su bebé hasta horas después de la intervención. Este caso, por el que Nahia desarrolló estrés postraumático, ha supuesto la segunda condena de la ONU a España como responsable de este tipo de violencia contra las mujeres. Nahia Alkorta y Claudia Pariente, comunicadora social y socia de El parto es nuestro, visitan Queridas hermanas para hablar sobre la violencia obstétrica y sobre qué es y qué no es la lucha contra este tipo de prácticas. También hablan de la culpabilidad y la vulnerabilidad que sufren todas las mujeres que se han visto expuestas a este tipo de trato y de qué puede hacer nuestra sociedad para cambiar las cosas.