La década de los ochenta arribó como una etapa disruptiva que hizo tambalear la estabilidad de la sociedad.
En 1982, De la Madrid tomaba la presidencia de México, buscando 'la renovación moral' del país.
Era claro que México no cabía más bajo el manto de un solo partido. En 1988 surge un contrincante: Cuauhtémoc Cárdenas.