In de gevangenis gaat het met professor T. van kwaad naar erger. Uiteindelijk komt er hulp uit onverwachte hoek. Het hoofd van een notoire drugsbende zit in de gevangenis op verdenking van moord. Hij vraagt aan T. om zijn onschuld te bewijzen in ruil voor bescherming. Christina Flamant worstelt ondertussen met een zwaar schuldgevoel. Telkens als zij zich bij het bezoek aanmeldt, blijft T. consequent weigeren haar te ontmoeten. Ten einde raad zoekt zij steun bij decaan Walter de Paepe.
El profesor T. recibe una paliza por culpa de Mark Desmedt. Afortunadamente, T. se encuentra con un viejo amigo justo a tiempo: Johan Vermarcke. Éste tratará de convencer a T. de que la vida en prisión también tiene sus ventajas.
Jabir Benali está en prisión porque es sospechoso de asesinato. Benali ha oído hablar de la reputación de T. y quiere que el profesor pruebe su inocencia. A cambio, se asegurará de que nadie le vuelva a poner la mano encima a T. nunca más.
Ahora que el inspector jefe Rabet se encarga de la Comisaría en funciones, el puesto de líder del equipo ha quedado vacante, y el inspector Van Humbeeck podría querer el puesto. Rabet y Van Humbeeck visitan la prisión. Rabet se sorprende cuando T. le pide que mire el expediente del asesinato del operador de navegación interior.
Mientras tanto, a Christina Flamant le persigue la culpa por lo que el profesor hizo por ella pero él se niega a verla. Desesperada, queda con el decano De Paepe y trata de convencerle de que le eche un ojo a su viejo amigo en prisión. En su presencia, el desnutrido y debilitado el profesor pierde el conocimiento.