El reparto de las sobras de Nochebuena, otra vez los mantecados, un cambio de imagen de Berta que no convence a Jose Ramón y el encuentro de un señor perdido en la calle.
La hermana de Berta está harta de las visitas sin avisar, sobre todo de sus padres. Berta organiza una comida para hablarlo, la hermana no aparece y José Ramón se lleva a los suegros a dar una vuelta.
Berta piensa que la vida con José Ramón se está volviendo monótona. Mientras, en el trabajo de José Ramón tienen problemas con unas palomas. Berta conoce a Pilar, una chica que tiene una tienda al lado de la guardería.
Berta y José Ramón se quedan sin vacaciones de Semana Santa, Berta decide aprovechar esos días para relajarse, leer, ordenar armarios... Pero es incapaz. Deciden ir a por una caja que los padres de Berta han dejado para ellos.
Pilar le pide a Berta que le acerque en coche a un banco del extrarradio, pero les pilla un atasco y Pilar le cuenta toda su vida. Berta cae en que la suya ha estado exenta de emociones.
Pilar invita a Berta y José Ramón a una fiesta en la que José Ramón no acaba de encajar, así que Berta le pide que se abra un poquito más a la gente. Como la madre de José Ramón, que hace amigos en cualquier sitio.
Una cena en casa de Pilar con su amigo Pepelu, que vive en Tailandia, deriva en un conato de orgía y hace que José Ramón se plantee abrir la relación. Al vecino se le rompe una bolsa con cuscús y deja el ascensor lleno de caldo.
Berta quería ir de vacaciones a Tailandia, pero acaban en Almuñécar, como todos los años. José Ramón se ve obligado a volver a casa por un asunto familiar de extrema gravedad. Berta decide quedarse en Almuñécar.
Berta piensa en su relación al observar que todos los de su entorno se han enamorado, incluida su hermana. Mientras, José Ramón anda preocupado por un malentendido con Festus, un hombre africano que pide en la calle.
El vínculo entre la hermana de Berta y su padre llega a extremos que Berta no alcanza a comprender. José Ramón conoce a su padre y entabla una relación estrechísima con él. Crece la tensión en la pareja.
El ambiente en casa de Berta y José Ramón se vuelve irrespirable. Pero una cadena de casualidades acaba volviendo a unir a la pareja y dándole nuevos bríos para afrontar las inminentes navidades.
Pilar decide cambiar de aires y le ofrece a Berta unirse a ella. Berta necesita pensar, pero los compromisos familiares no le dejan. En plena reflexión de ambos, tienen que acudir a la boda de una vecina rumana.