Héctor encuentra en la escena del crimen un vómito que pide analizar pues podría pertenecer al asesino. Tras su análisis, Héctor descubre que no es de la víctima y que contiene rastros de pescado crudo. El autor cenó sushi la noche de la muerte de Ainhoa… Héctor propone a la jueza someter al pueblo a una prueba de ADN. Alguien atrapa a Fara en los plásticos, de igual manera que lo hizo con Ainhoa, y la intenta asfixiar. Fara escapa arañando a su agresor en el costado, quedando así éste con una marca en el cuerpo. Marta reconoce ante Héctor que también sigue enamorada de él pero que no quiere volver con esa historia. Sin embargo, un momento de debilidad les llevará a ambos a dar rienda suelta a sus emociones