Sayuri vive en Cantagallo, Perú y pertenece al pueblo shipibo-konibo, originario de la amazonía peruana. En la escuela, Sayuri aprende la lengua de su pueblo y juega a las chapadas (escondida) con sus compañeros. La anaconda es un animal espiritual muy importante para los shipibo y está presente en todas las expresiones artísticas de su comunidad.