Fermín acude al bufete Castro Ochoa con una petición inusual: necesita asesoría para ingresar en la cárcel y reencontrarse con su hijo, a quien no ve desde hace años. El bufete deberá equilibrar lo moral y lo legal en esta peculiar solicitud. Gabriel y Amanda mientras investigan el asesinato de Jaime, cuyo arma sigue desaparecida.