En noviembre de 2018, con 38 años, Pau Gasol sufre una lesión en el escafoides del pie izquierdo que le deja varios meses fuera de las pistas. Después de varias operaciones y distintas terapias, decide someterse a un tratamiento experimental con células madre. Su objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokyo, pero se encuentra con varios contratiempos que dificultan su recuperación.
La pandemia de la COVID-19 dificulta la recuperación de la lesión del escafoides que sufre Pau pero, a pesar de las restricciones y limitaciones, persiste en su empeño de volver a las pistas mientras sigue trabajando en otros proyectos personales. Por otro lado, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio le da más margen para recuperarse pero llegará a la cita olímpica con 41 años.
Durante su proceso de recuperación, Pau recibe varios informes médicos negativos acerca de la evolución de su lesión. Aún así, sigue persiguiendo su objetivo de volver a las pistas. Debe unirse a algún equipo competitivo para coger la forma necesaria y así poder disputar sus quintos Juegos Olímpicos.
Después de valorar varias opciones, Pau decide fichar por el Barça, el club en el que debutó como profesional hace más de 20 años. Su objetivo es ayudar al equipo a conseguir el campeonato ACB y la Euroliga, mientras se prepara para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio. También se ha propuesto ser elegido como miembro de la comisión de atletas del Comité Olímpico Internacional.