Mientras se rescata la cuarta bomba, una discusión crece en los despachos de EE.UU. ¿Qué se haría con ella? ¿mostrarla a la prensa, o esconderla? Nunca en la historia se ha mostrado una bomba nuclear ante las cámaras, pero si no lo hacen, el mundo podría no creerles. Independientemente, los americanos han dejado grandes estigmas en Palomares y 55 años después la zona continúa sufriendo las consecuencias del accidente nuclear más importante a nivel global hasta Chernobyl. Una catástrofe ambiental con demasiados cabos sueltos.