La boda de Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marian Aguilera) se convierte en un baño de sangre, poco les dura la alegría por la inesperada aparición de Lucas. Los policías de la comisaría de San Antonio están en la lista negra de la Camorra, y el número uno en persona se ha desplazado a España para llevar a cabo su venganza.