Paco, Lucas y Mariano están hartos de las constantes bromas de Kike y deciden gastarle una en la que le hacen quedar en ridículo delante del comisario. Kike y Curtis se vengan de ellos colocando pruebas falsas en un kebab de Lavapies que los hombres de Paco tienen que registrar al día siguiente. Entre los objetos que incautan hay mapas, cartas, fotos y cintas grabadas que conducen a la guarida de Bin Ladem en Faluya. Aunque no cuentan con el apoyo de Don Lorenzo, los tres policías viajan a Irak con la intención de dar con el paradero del terrorista más buscado. Povedilla se queda encerrado con Ruth, Silvia y Sara en el montacargas de la comisaría. Mientras esperan a que les recaten, el policía se entera de todas las rencillas que existen entre las tres mujeres por causa de Lucas. Durante el encierro, Silvia y Sara se quedan de piedra al enterarse de que Ruth ha sido infiel a Don Lorenzo con Lucas. Como consecuencia de ello, Silvia le advierte a su sobrina que su ex nunca ha querido a nadie. Povedilla termina agobiándose entre el calor, las discusiones y tanta mujer atractiva. Lola teme que Sara cometa alguna insensatez y decide llevársela al pueblo unos días para alejarla de Lucas. La joven se pasa los días y las noches intercambiando mensajes de amor con Lucas a través del móvil. El último mensaje que recibe del policía es una emotiva despedida en la que le cuenta que se marcha lejos y puede que no regrese de la difícil misión en la que se ha implicado. Sara, asustada, se escapa y regresa a la ciudad en busca de Lucas.