La infancia de Pablo Escobar muestra su carácter rebelde y ambición desmedida. Su madre, doña Enelia, intenta inculcarle valores, pero él ya sueña con poder y dinero.
Pablo continúa sus primeros pasos en la delincuencia. Aprende que la violencia puede abrirle caminos en su barrio.
Tras ser capturado, Pablo logra escapar de prisión con ayuda de contactos. Este hecho fortalece su reputación entre criminales locales.
Escobar, astuto, decide entregarse bajo condiciones favorables. Empieza a construir su imagen de “bandido generoso”.
Pablo y Gonzalo inauguran la hacienda Nápoles como símbolo de riqueza y poder. Allí comienzan a estrechar lazos con otros narcos.
Escobar crea grupos armados para proteger sus intereses. Estos se convertirán en pieza clave de su imperio criminal.
Pablo empieza a relacionarse con políticos locales. Su ambición se extiende más allá del narcotráfico.
El capo busca entrar al Congreso para blindarse de la justicia. Comienza a tejer alianzas estratégicas en Bogotá.
Paty casi descubre la doble vida de Escobar. Pablo refuerza el control sobre su entorno para evitar filtraciones.
Su incursión política avanza con éxito. Pablo logra sumar apoyos gracias a su dinero e influencia.
Regina se convierte en amante de Escobar. La relación complica su vida personal.
Escobar logra ser elegido congresista. La prensa empieza a vigilarlo más de cerca.
Pablo reparte dinero en barrios pobres. Gana fama de benefactor.
Rodrigo Lara denuncia públicamente a Escobar. La política se vuelve peligrosa para el capo.
Luis Carlos Galán presiona a Lara a actuar. Escobar percibe la amenaza.
Lara enfrenta directamente a Escobar en el Congreso. La opinión pública comienza a volcarse en contra del narco.
La policía destruye el laboratorio Tranquilandia. Pablo promete venganza.
Escobar ordena atentados contra Rodrigo Lara. Se desata una guerra política.
El Ministro de Justicia es asesinado. Colombia queda conmocionada.
El asesinato genera presión nacional e internacional. Escobar se siente intocable.